Hay días en los que uno no tiene valor para enfrentarse a una página en blanco. Hoy he descubierto una solución: escribir en una hoja en negro 😉 Lo malo es que a uno le salen lindezas como ésta: 

«Erase una vez una cosa que tenía pelos en los ojos, orejas llenas de puntiagudos dientes y un culo con tres agujeros. Realmente era un bicho asqueroso, no por su aspecto, que algunos incluso podrían encontrar atractivo, sino por su forma de ser, que era algo que muchos no podrían soportar. Imaginad por ejemplo a alguien que cada mañana, al levantarse, se peinase los ojos y dejase el lavabo lleno de pelos, o terminase un rollo entero de papel higiénico cada vez que iba a… ¿no creéis que terminaríais odiándolo al cabo de pocos días? Pues así era mi compañero de piso. Bueno, al menos se cepillaba las orejas tres veces al día.»

En fin, si os gustó me alegro, si no, cuidado dónde ponéis anuncios para buscar compis de piso…

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